Esta gran villa con un ambicioso programa está organizada funcionalmente en tres niveles. La arquitectura se fragmenta en volúmenes verticales que dan sensación de escala y equilibrio.
El amplio salón de doble altura ocupa el centro de la escena y se asoma al mar por el este. Tres patios recorren la casa, aportando luz a todas las estancias y garantizando que incluso el nivel más bajo reciba siempre luz natural.
La compleja topografía está ajardinada y se utiliza para ocultar las zonas de servicio. Se trata de una villa contemporánea con espacios y acabados de lujo.
Arquitecto: Imanol García Albéniz.